martes, 15 de febrero de 2011

Utópico Locus Amoenus.




He estado perdido, no me encontraba, nunca se me dio bien eso de vagar solo. Por eso acabé encontrándome, buscaba mis noches.

Y me daba pereza hablar en primera persona, puede llegar a consumirte, he tenido tantas posibles direcciones diferentes para elegir, algunas viajaban a lomos de la lógica, otras eran utopías soñadas y algunas tan fugaces que no podría ni recordar sus orígenes. Todas unidas crean un mosaico de decepciones. Tan común es lo erróneo que adopta un carácter crónico capaz de oscurecer cualquier horizonte y no es que estos sean inagotables, hablé de las esperanzas y de la cualidad oportunista de lo inesperado, pero mis entrañas gruñían apasionadas, querían cazar por si mismas sin listas de espera. Pero la suerte es un ente vivo, es una bromista que adora la ironía, se entretiene haciendo cosquillas a mis expectativas e intenta corregir los errores de mi constancia. Puedo ejercer una lucha sin fin con ella, bombardear sus territorios, quemar sus campos, raptar a sus hijos, descuartizarlos y comérmelos con ayuda de Cronos, pero ella no descansará hasta obligarme a abdicar entre risas frivolas. Me limita las opciones hacia los caminos que no deseo tomar. Y puede ser que estos conduzcan a países de las maravillas, si es posible, pero aun así prefiero ser yo quién decida, quién tras proponérmelo, pueda asfaltar mi vida de baldosas amarillas. Algunos sátiros me llamaron superficial, me hablaron del karma y me tacharon de idealista, nunca negué lo último, pero se puede acusar al humano de serlo?. Perdí un diamante en bruto, porque buscar rubíes o esmeraldas?.

Lo inesperado con el tiempo se hace esperar. Y busque refugio en notas musicales. Escuche y deje a mi mente plasmar de forma semi-automática los sonidos, fue un pasatiempo, un método de abstracción. Quieres un ejemplo:

"Oscuridad infinita, soledad elevada a la máxima potencia, al silencio de la nada que abarca la inmensidad del todo, una incomprensible inexistencia que escapa a todo entendimiento, un vacío en la historia que conforma sin embargo todo lo demás, la chispa que enciende los motores del tiempo, la primera vuelta de una rueda ya imparable. Y busco hoy las raíces de todo, coloco mi consciencia donde nadie pueda encontrarla, apartada de toda vida, de miradas furtivas. Disperso mi mente hacia las estrellas a una velocidad siseante hasta frenar bruscamente para mirar a mi alrededor sin prisas. Y transcurren eones. Ocurre a lo lejos el nacimiento de lo que me parece un finísimo hilo de luz que se curva grácilmente, es nada pues nadie lo ve, vislumbra pues la nada un desafío a la negrura, hágase la luz y en una concepción imposible del espacio, la luz se hace visible para Dios. Me siento único, primogénito de un placer inexplorado, la historia me marca, me señala y yo le sonrío. Esculpe una estatua de mis visiones extracorporales para colocarla en las estancias de los hitos abstractos. (Shine On Your Crazy Diamond)".

Hoy deje de escribir, porque las reflexiones se han colado en mi universo momentáneo, una pequeña dosis de pasado se materializa ahora, una dosis que asoma cada cierto tiempo para recordarme cual es el significado de lo platónico. Bello y distante, cercano e inalcanzable, escucho sus lamentos desde las torres de la impotencia, me veo a mi mismo tejiendo una inmensa tela de araña sobre la que tirarme para quedarme atrapado, devórame por favor. Como es posible que algo como tu no encuentre el complemento que te lleve hasta un perpetuo Locus Amoenus, como es posible que cuando tus ojos brillan solo sea porque están húmedos. Que malévolo destino debo experimentar cuando descubro las desdichas que guarda tu alma y que tortura es saber que la solución es completamente externa a mi. Que solo queda un papel para interpretar y no es el de protagonista. A veces parece que se llenan mis intenciones de arrojo, que una leve picaresca toma posesión de mis palabras, que me siento capaz de elegir ese camino. Pero mi consciencia no nació ayer, conozco no solo los riesgos sino las únicas salidas, se que lo agradable no es suficiente, que es mejor ser observador a nada. Y que no soy el único ser humano de este mundo, mis pecados no son originales, los sátiros me recuerdan el karma. En ocasiones vislumbro luz al final del túnel, impresiones del fondo de la caja de Pandora, ilusiones minúsculas, creo apreciar un interés ocasional, pero se que todo es fruto de las barreras, se que eres una Lady of Shalott, mientras sigas mirando por este espejo de palabras interminables, no caerás en la cuenta de que su creador no es mas que un títere de la suerte. Una suerte que esta en guerra conmigo, que me da la espalda y que se me presenta indestructible, pues puedo decir que nada permanece siempre de la misma manera, que no aceptare chantajes ni sobornos por su parte, que yo escojeré las sendas a tomar y que destruiré tu reino de terror maldita suerte, te destruiré hasta que no quede nada de ti, hasta que solo queden cabellos rubios sobre los que descansar mi rostro.


Rinhork


Imagen: Lady of Shalott, John Atkinson Grimshaw (1875).

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