domingo, 19 de agosto de 2018

Hunting by the Rivers.




Hola Freder, quería comentarte que se que eres latente. 

Dormitando como un primigenio, agazapado en las profundidades húmedas de una R'yleh interior, a la espera de la chispa que haga que tus pupilas se abran con un chasquido ensordecedor. Y encontrar tras ellas el camino de vuelta, hacia quizás los recuerdos de antaño, y es que hay tanto que recordar ¿Ha huido la palabra? ¿Se ha escondido? 

No es tan sencillo perseguirla, porque a lo largo de los años ha adoptado formas diversas, como Zeus libidinoso, y la sorprendí agazapada tras las ondas de radio que pululan por universos digitales, distinguí su silueta en las viñetas de una tira cómica de domingo, me di cuenta de que me observaba de lejos con prismáticos de fantasía en las ideas que florecían de mi cabeza y todo para caer en la cuenta de que la búsqueda no tendrá fin. Esta incesante persecución solo me lleva a sacar conclusiones precipitadas quizás ¿Detective consultor? Pero sin pipa por favor. 

Tiempo atrás pensé en la inmortalidad, pues la única forma real de permanecer, de no ser aplastado por las arenas del tiempo es dejar una impronta tal en él, que las sucesivas capas no tengan más remedio que dejar el surco donde una vez uno estuvo. Más adelante imaginé que la descendencia esquiva se podía sustituir con las creaciones de la psique activa, las pruebas que he obtenido recientemente me hacen dudar de mis antes sustentadas hipótesis. Y esto solo es un pequeño ejemplo del constante divagar, del por que perseguir la creación de forma tan persistente, que nos lleva a querer dejar en este mundo una percepción de nosotros mismos mayor quizás de lo que fuimos en realidad. Quiero crear, y el mundo me esta destruyendo.

Hoy he recibido una revelación tal que he recorrido hacia atrás las baldosas amarillas para reencontrarme con años pasados. Alex Supertramp se ha puesto en contacto conmigo a través del espacio sideral que divide lo físico de lo metafísico. Y me ha contado que la felicidad solo es tal si puedes compartirla. Quizás ahí esté la clave de la creación sin control. De la eternidad de las ideas, del caudal que no se vacía. Y el río que fluye eternamente y precisamente por ello es estático. 

Qué más da la forma que adopte Zeus, siempre será el dios del Olimpo. Escribe, habla, dibuja, compón, filma, desarrolla y los dioses estarán de tu lado. Permanecer en las sombras de la ignorancia jamás te llevará a Ítaca.

¿Y quién entre toda esta amalgama de conceptos es Penélope?
El horizonte siempre distante, la chispa original que nunca se repite, la búsqueda de las emociones perdidas, de reproducir lo que una vez fue, el reencontrar aquello que fue y no es. El querer ser inmortal tan solo un instante. 

Y darte cuenta de que Ian Curtis y Atmosphere tenían razón. 
Siempre la tuviste. 

Alex dame tus alas. 



Rinhork.


Imagen: Procesión en la Niebla, Ernst Ferdinand Oehme (1828)





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