lunes, 13 de abril de 2009

The Garden.



Hablame de los cuentos inconclusos, ¿puedes contarlos con los dedos de la mano? no.
¿Por qué no viniste a contar tus vivencias hace dos días? Hubieras hablado del sabor que tienen los sueños, no puedes comprender, ni siquiera llegar a imaginar lo que es eso, es belleza concentrada en estado puro. Un poco mas haría explotar el conjunto onírico. Y en onirico se queda. Y fue una eternidad enjaulada en pocos minutos. Traédmela, quiero guardarla en el baúl de los sueños rotos junto con mis ilusiones, mis esperanzas, mis perdidas de tiempo... Donde reposan todas ordenadas, con sus etiquetas correspondientes: "Recuerdo de momentos de gloria", Un souvenir de la periferia de mi pecho.



¿Qué es lo que quieres? - ¿Yo?, yo solo quiero un lugar donde reposar a la sombra, un oído que no se cierre ante nada, una voz que yo no pueda hacer callar, una mano que agarrar sin preguntar si puedo. Pues las piernas ya me duelen de no parar de caminar buscando refugio a la lluvia de mi rutina. Dime algo que no me hayan dicho antes. Por que ya me conozco el final del chiste.


Vuelve a mirar a escondidas las dichas de los demás, vuelve a sentir como a tu alrededor es todo como debe ser, para luego mirar hacia el interior y verte a ti mismo. El problema es que solo ves eso, a ti. No Hay Nadie Mas. Vuelve a buscar flores para saltar sobre ellas, vuelve a preguntarles cual sera la siguiente, pues siempre están seguras de que habrá otras, casualidades de la flora. No lo niego, es solo que alguna vez me gustaría decidir por mi mismo.



Not
enough.


Rinhork.
Imagen: Serpent, Frank Frazetta, 1973.

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