martes, 7 de abril de 2009

Luz Rizada.




Me dijeron que todo seria fácil, me dijeron que el camino estaba limpio, que encontraría algo a lo que abrazar sin que se fuese volando y estando solo lo encontré y creí todo lo que me habían dicho, no podía ser mentira estaba ahi delante de mi sonriendo. y me fundí en ello. No hacia falta nada mas, era la fusión perfecta, era un tono único uniforme homogeneo y melodioso. Fue una de las mejores etapas de mi vida. Pero las etapas se llaman así porque acaban. Tiempo me cuesta hasta nombrarte. El tiempo apareció batiendo sus alas de oscuridad, inundando mi interior de un liquido espeso y negruzco, si me concentro bien recuerdo su olor, me dan arcadas. Había comenzado mi largo conflicto con él. Las esperas fueron batallas y el pájaro negro la guerra. Gane las primeras, perdí la ultima. Monotonía mezclada con la espera mezclada con la rabia.Y Se fue con el viento a las playas de mi vida. Se fue tan rápido como llego.


No hay luz al final del túnel, solo el arrastrar de los recuerdos, no hay un futuro de ilusiones. No hay salvavidas donde pueda agarrarme para mirar al cielo sin miedo a hundirme. Las hojas de los arboles caían para volver a nacer, y yo caído, no vuelvo a resurgir. No soy fénix, solo hoja. Si me pisas crujo.




Vinieron pequeños rayos de sol a iluminar mi alma seca. Prometían amaneceres primaverales llenos de nuevos horizontes, de esos en los que puedes colocar un Sol a punto de irse a dormir para reconciliar las emociones con uno mismo. Mirar hacia atrás, era asignatura obligatoria para hacer examen de conciencia, para no caer en los mismos errores, para intentar que los pilares de mi templo fuesen mas fuertes que los terremotos de la palpitante afrodita de mi pecho. Llegaban y se iban, destellos de ilusión. algunos solo pasaban por allí. Otros quisieron acurrucarse alrededor de mis marchitos brazos. Cuan efimieros pueden llegar a ser.Y aparecieron otros con promesas de papel que yo vi de puro hierro. Iluso, Ingenuo, Estupido. Yo. Rostros angelicales de pura suavidad sensorial. Todos en perfecta armonía con los parajes bucólicos de mi mente. Botticeli, ya se de donde sacaste la inspiración. Se me acercaron, me humedecieron los labios, me contaron historias cual Sherezade, y yo me sentaba todas las noches a escuchar. Apareció uno con los aires de los primeros tiempos, no duro mucho, lo suficiente como para esquivar hoyos. Apareció otro con un pincel en la mano y nos sentamos a hablar y su voz era música. Duro mucho en mis sueños condenados a serlo.








Apareció un ángel, tu, con alas blancas purificadoras y volví a ver la sonrisa, volvió tan rápido como se había ido. Pero no volvió para quedarse. Era el pajaro blanco. No era un rayo de Sol efímero, era ella. Ella me contó cuentos de un futuro, me hablo de su inocencia perfilada con picardía y yo no pude hacer mas que oír ensimismado, pues no estaba tan cerca como para acariciar su pelo, Dios que pelo. Me mostró un cuadro donde aparecían dos grilletes, uno pintado con los colores de la impotencia y otro con los de la inseguridad. Y fui a buscar las llaves. No me dio tiempo a encontrarlas. Guardo una pequeña perla de esperanza por si vuelves con tu rostro angelical, tu alegría contagiosa, tu sexualidad inocente. Y tus rizos en el pelo. Me hecharía entre tus rizos, solo para respirar evadirme de de todo lo que ellos no enmarquen, asomándome a tus ojos mares de mis ilusiones liberadas, mas luminosos que cualquier astro temporero. Resbalar por el puente de tu nariz de finas formas rematada con el balcón desde donde observar las dos frutas prohibidas de tus labios. Me Han Echado Del Edén Sin Probar Bocado.


Se van a las playas de mi vida, alguna que otra vez camino descalzo por la arena dejando que el viento me enmarañe el pelo, solo se escuchan las olas con su retahíla, recordándome de donde vengo, sabiendo que a donde voy, es al mismo sitio. Aun guardo una perla de esperanza. Que mejor sitio que una playa. Cuando la playa esta oscureciendo, los colores empiezan a confundirse, y el mar se hace cielo, tal vez mojando mis enredos en ese momento, pueda acercarme un paso mas al paraíso de tu sonrisa.






Allí va el Sol a esconderse otra vez, lo que la gente no sabe es que en realidad esta huyendo de mi.


Rinhork.
Imagen: Wonder: Zena Gazing at the Moon. Alex Grey, 1996.

1 comentario:

Paloma Campos dijo...

Sin lugar a dudas: realmente impresionante...