Tu, tu sonido. Tu luz, Tu.

Me detengo a escuchar el sonido de tus pasos que se alejan. Dejas la nocturna calle desierta.

En esta ocasión no es fácil buscar las palabras, pues no hay temática a la que agarrarse, donde están los motivos? donde las razones? supongo que están en mi... Las flechas me las lanza un arquero invisible, no tiene forma, no se su nombre. Cuales han sido mis pasos en falso? por que mis preguntas no obtienen respuesta? son en una lengua extinta? no se escuchan con claridad?... ... A donde van a parar los esfuerzos cuando no sirven de nada? probablemente a un lugar al que tirar los desperdicios de tus deseos...

Merezco mis circunstancias?, es posible, pues la ingenuidad no tiene perdón, porque podría haber previsto todo y mas, dejo mas paginas en blanco de las que esperaba... Y en mi compañera soledad, tu que siempre estas a donde quiera que vaya, busco respuestas a las preguntas etéreas de mis ilusiones enterradas, cual es mi problema? si tan solo pudiera responder eso... Podría haber hecho mas? es muy posible... maldigo mis acciones por haber sido insuficientes, donde quedas?, aquel que se reía de la vida agarrándola por el pelo, que paseaba recogiendo los frutos que caían por su propio peso, mírate encadenado a unos rizos interminables, das lastima, eres la misma persona, eres tan insuficiente como tus palabras. Querer y no poder, mirar tras los barrotes, abandonar la miel habiéndola tenido en los labios, pasear mis intenciones tras las tuyas. Y de que sirve intentar ser mejor persona para alguien, si al final te quedas en nada para ti mismo. Mira de donde vienes... a donde esperabas llegar...

Vislumbro lo que mi alma no desea, cambiar? no ser yo?, tan difícil es comprender mi mundo de llanuras azules, bosques, océanos, montañas imposibles de escalar. Tan solo quería mostrártelo... Descanso, dejo pasar los segundos a mi alrededor, no les hago caso, solo me percato de su paso al mirarme al espejo... Y comienzo a pintar un nuevo cuadro con colores que me son familiares, pero esta vez las tonalidades son distintas, hablan de lo que pudo ser y no fue, cuentan historias de manos engarzadas, de paseos por calles estrechas, de sonrisas unidas en miradas, de mis manos en tu pelo platónico, de un futuro sin presente. Donde lo colgare? en alguna parte iluminada de mis estancias, donde pueda enseñarlo a las visitas, donde de mis fracasos al menos adornen las vidas de otros.

Queda la mía de nuevo a merced del tiempo, cuídala, llévala lejos, a nuevas experiencias con finales despejados, cuéntale a los que vengan que no tuve oportunidad esta vez, que no pude demostrar nade de lo que soy por la intromisión del invisible. Cuanto me gustaría saber que es lo que no esta en su sitio, al menos para poder lamentarme con motivos palpables. Deslumbran los destellos de tu ser, tanto que ciegan mis instintos, cubren mis aspiraciones con acres despedidas. Vuelvo a las horas del reloj sin cuerda, parado en el instante en el que tome consciencia de las ausencias a mi alrededor, se quedaron en las playas, ya lo saben todos, allí donde las risas aun se escuchan entre olas bajo un cielo gris, anochece en mi habitación como aquella noche, cuando el verano acabó y no solo para el sol...

Pude acercar mis esperanzas a tu luz, al menos supe lo que es sentirte. No me arrepiento. Tan solo de ser insuficiente. Y es que no soy eterno, pasajero es mi apodo, y que no lo es? dicen los incrédulos y es que hay tantas cosas que permanecen entre la maleza... Si pudiera hacer pasajeras las marcas de mis experiencias, volvería a la niñez de la ingenuidad inocente y miraría tus ojos con la adoración del que mira las estrellas por primera vez. No necesito razones para mirarlas, tan solo su brillo cerca de mis historias. Que tendrán que contarme hoy los silenciosos duendes de mis entrañas? me hablaran de como las desilusiones se difuminan en el transcurso del tiempo, dando paso a nuevas esperanzas sanadoras de las heridas del pasado. Es esta acaso la solución?, pues el tiempo lo cura todo y todo lo arrebata. Mentirnos a nosotros mismos o aprender a vivir con ello, ahí reside el verdadero sentido de la superación. Las penas no se eliminan, tan solo se transforman. Pero no por ello han de ser mas fuertes que la voluntad de un soñador distorsionado, de los placeres de mis llanuras azules, de las sales de la tierra que no son mas que vosotras y entre vosotras yo muero, por vosotras yo vivo.

Tus pasos se alejan y yo quedo bajo el farol esperando que mires atrás, tal vez en una mirada podría contarte esto que no entiendes ni tu misma, no miras. El sonido se hace cada vez mas leve hasta quedar tan solo el de mi respiración, vestigio de una soledad envuelta en dudas sin motivos, donde buscar las respuestas. Supongo que están en mi mismo, y en mi mismo quedarán hasta la próxima vez en que la música suene de nuevo para tocar mi atención, que atraída por ti fue a parar a las aguas estancadas de tus decisiones. Me has herido en una mirada, donde están tus ojos? que miraran en estos momentos? estarán cerrados, inmersos en tu noctámbulo paraíso de privacidad, acurrucados tras tus finos párpados, esperando el sol de la mañana, el mismo sol, los mismos rayos que iluminarán mi habitación, tal vez me traigan el reflejo de tus ojos al despertar y yo los acurrucaré tras mis sabanas solitarias.

Rinhork.

1:00 de la mañana, esta noche nada suena en el altavoz.


Imagen: Edvard Münch.
Mujer joven en la playa. La solitaria, 1896.