Wet.

Es la corriente una forma de atrapar las ideas emigrantes de noches satinadas con bourbon.

Es la corriente la que te hace atravesar el cristal, la persiana, la ventana, y escribir cincuenta y una letras antes de estamparme contra el suelo, mojado suelo, Eres la tapadera de un Libro viejo Y abandonadamente Solo. que se escucha y Te Escribes solo. Situo mi percepción justo delante del torrente espeso y rápido y es arrastrada a través de las llanuras de espigas altas que se van iluminando al paso de la corriente.

Y ahí están con sus miradas grises, con sus gafas de pasta y sus libros bajo el brazo, que mas que libros son fustas, las presas de lo convencional. Y no hay ojos tras sus gafas.

El torrente, confusamente entrelazado con las moralejas. Ahí va:

Dicen que el pensamiento es como una burbuja que encierra poderosas dimensiones racionales en estado puro pero que cuando explota se convierte en el vacío entre las conciencias de la tierra, eres simplemente un grano de arena en el desierto, aunque a veces sientas que la atención del todopoderoso se centra en ti, todo es una alucinación de tu subsconciente egoista y maleducado. Hoy el sentido a desaparecido y se pierde siguiendo el rastro de las notas de una armónica descompasada, que tienta los sentidos a dormirse acurrucados junto a su melodía, hoy la lucidez duerme en los colchones de la locura mas sentida, esa que ríe silenciosamente junto a tu oído comprendiéndote mas que tu a tí mismo, esa que te acompaña aunque no la encuentres. La locura que toca los acordes del ritmo de mi vida, oh vida, que es? que ser?. Tintes marrones se funden con el humo de un cigarro que se consume frente a mi, ese humo que se mueve al ritmo de la voz de Tom Waits.

El torrente mas desbocado que arrasa mis divagaciones y deja tan solo las que vuelan por encima de mi cabeza esas que solo son visibles cuando el alcohol rellena los huecos desahuciados de mi craneo, mi psique que es la piedra angular de los escritos. Mis Escritos Con Nocturnidad Y Alebosía. Ahí vienen, si los ves llegar apartarte, pues ellos seguro que no lo aran. Están entrenados para no parar. Son trampas para lo crónico. Y él esta junto a mi, Hola.

Que mentiras le habrán contando las estrellas al cielo oscuro para que deje que su luz le llene. Me gustaría saber el secreto, para poder ser yo también un proyector luminiscente viviente. El humo esta tocando el techo una vez mas. En estos momentos mi atención se centra en mis propias expresiones deshumanizadas. Y la incógnita se atrinchera tras las barreras de los conformistas. Que escriben sus reflexiones mas consagradas, las aceptadas por el vulgo. Ese vulgo que a mi me hace libre. Si, así es. Sin ti yo seria lo individualmente e incomprensiblemente único e insosteniblemente, simple. Tu estas y yo estoy y juntos somos dos diferencias que hacen que la ecuación tenga sentido. Yo solo soy la excepción de ti. Tu eres la normalidad que me hace diferente. Gracias, sin ti soy tu.

Y se preparan los impulsos que hacen a estos trazos electrónicos cobrar vida, La Forma es tan importante? Quizás lo es el mensaje? Quizás lo es el emisor??? Quizás lo es el receptor cuando lo hay??? Quizás lo importante es tan solo que no estoy durmiendo en este momento, el hecho que es plasmado en el tiempo, para saber que esa noche, yo fui el muñeco de trapo y las palabras el niño juguetón. Dicen que el sonido del viento es momentaneo porque pasa y se apaga, pero cuando eres capaz de ir con el allí donde vaya, el sonido del viento es la música que da vida a tu vida. Esta ahí, lo notas y estas acostumbrado, pero imagina que un día no vuelve, no roza tu piel. Estas muerto. Hoy no hay viento por eso enciendo otro cigarro y veo como el humo me da señales de esa vida, que se pierde con cada calada. Pero que dejo grabada con cada letra, puede que el pasar de las horas no sea lo suficientemente largo para mi, pero quizás. Quizás. Las vidas de otros sean recipientes abiertos a mensajes perdidos como este. Y es que hay mas mensajes perdidos que vidas perdidas. Aunque algunos compartamos ambas experiencias. Ambas monotonias.

La luz es tenue, la música llena mas mi carcasa corporea que la habitación, vuelve el bourbon a mojar mis labios callados. Mis dedos Hablan. Humo. Humo. Bourbon. Humo. Y una pequeña llama otra vez para recordarme que vivo.

Rinhork.

Imagen: New Orleans Bourbon Street. Debra Hurd, 2009.